Corría el año 1996 y una servidora andaba pedidamente enamorada del señorito que abajo se muestra. ¡Ay! (suspiro), ¡Leonardo DiCaprio!...
Y entonces llegó Baz Luhrmann y lo convirtió en Romeo... En un Romeo moderno que escribía poesía en Venice Beach, hablaba en prosa, vagabundeaba por L.A. en un descapotable gris rodeado de amigos tatuados, pistolas y latinos; y escuchaba a Garbage y The Cardigans: Love me, love me, say that you love me...
- ¿Qué alarga las horas de Romeo?
- ¡El no tener lo que al tenerlo las acorta!
Viele küse,
Belmardeluxe
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